jueves, 15 de mayo de 2014

¿Qué es la literatura?

"Literatura: Ocupación de los ociosos", Gustave Flaubert en Diccionario de lugares comunes

Así como el material color no alcanza para diferenciar una obra pictórica de una mancha o de un afiche publicitario, y así como el material sonido no basta para diferenciar una pieza musical artística de una alarma; la consideración de la palabra como material que constituye la literatura no permite distinguir una novela de
una anécdota cotidiana o una poesía de una adivinanza.

La cuestión de definir la literatura es compleja: no alcanza con definir el material con la cual se la construye.

¿Qué es lo que hace que un texto o discurso se incorpore al universo literario?

El origen semántico de la palabra literatura proviene del latin LITTERAE, que significa: letra o escrito. Por ella podemos describir que es el conjunto de escritos de una época, región, o movimiento, que los diferencia e independiza de otras corrientes.

Existe bastante acuerdo en reconocer dos aspectos como constituyentes de lo específico de la literatural: el carácter ficcional y la función estética.

La literatura es ficción
Los géneros literarios, entonces, son ficciones. En una obra literaria se ofrece un mundo imaginario al lector y éste lo recibe como tal. La liteartura es invención aunque incorpore hechos o personajes reales. Esta caracterísitca la absuelve del criterio de verdad/falsedad. En los textos realistas, el autor busca construir ambientes creíbles, que imiten la vida real, está creando la verosimilitud. Aquí tenemos la ficción.
En esa recreación de materiales y experiencias de la vida, el lenguaje se aleja de su objetivo referencial para volcarse a la creación de mundos, para construir discursivamente un universo que pueda ser vivido y revivido por el lector. Aún en las novelas históricas donde los personajes y las historias que se narran son reales, si es una novela, es ficción. Por lo tanto, no puede ser considerado ni verdadero ni falso.

La literatura es bella
Julio Florencio Cortázar Descotte 


En la literatura se reconoce una función de la lengua que no remite a nada que esté afuera del discurso: Ni al referente, ni al emisor, ni al receptor. Es la denominada función estética, que se advierte en el modo en que se aprovechan (exploran y explotan) todas las posibilidades que ofrece la lengua. Cuando Cortázar nos dice que “diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes”, el acto trivial y cotidiano de ostranenie (extrañamiento) de la que habló Schlovski, representante -junto a Eichenbaum, Jakobson, Sklovski, Tomachevski y Tinianov entre otros- de la Escuela de Praga, grupo de teóricos que se ocupó del aspecto formal (especialmente, en la poesía) y abrieron el camino hacia la teoría de la literatura como disciplina autónoma.

Ahora que ya conocemos la función estética y el carácter ficcional de la literatura, ¿podemos contestar qué hace que un discurso o texto sea considerado literario?

El canon literario
La mayoría de los textos literarios fueron concebidos y gestados como literatura, pero no todos. Aquí es donde comienza el juego del canon literario, una consagración que la obra recibe de parte de sus lectores o de ciertas instituciones y que aún hoy genera gran discusión. Por ejemplo, el poema conocido como La Argentina (Lisboa, 1602) de Martín del Barco Centenera fue escrito como ‘historia’ veraz aunque hoy integre el canon de la literatura argentina. Las crónicas de Indias, que se pueden leer como literatura aunque su componente histórico y etnográfico sea ineludible, fueron fuente de inspiración para obras literarias como el cuento “El hambre” de Mujica Láinez y la novela El entenado de Juan José Saer.  La intertextualidad nos muestra el diálogo diacrónico entre textos y nos permite comprender que no hay fronteras definidas entre la literatura y otros ámbitos del conocimiento humano.

FUENTES:
-Lengua y literatura 3. Ed. Aique
-Wikipedia
-Blog de Lengua y Literatura by Marina Menéndez

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