jueves, 14 de agosto de 2014

                              

El beso de la mujer araña (1976) es una de las obras más célebres de Manuel Puig y una muestra clarísima del contagio entre el cine y la literatura. Si bien, el cine ha dejado una impronta en numerosas obras literarias del siglo XX, es aun más evidente en la ficción de Puig, dado que el séptimo arte era su pasión. De hecho, escribió varios guiones y El beso de la mujer araña fue llevada al cine en 1985 con el título Kiss of the Spider Woman.
El escritor argentino terminó esta novela desde el exilio durante una época de inestabilidad política y represión en su país natal y hasta fue prohibida durante los años 70 por la dictadura militar de Argentina.
El 24 de marzo de 1976 ocurrió lo que muchos esperaban: Isabel Perón fue detenida y trasladada a Neuquén. La Junta de Comandantes asumió el poder, integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti. Designó como presidente de facto a Jorge Rafael Videla. Dispuso que la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea compondrían el futuro gobierno con igual participación. Comenzó el autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional".
José Martínez de Hoz fue designado ministro de Economía y, el 2 de abril, anunció su plan para contener la inflación, detener la especulación y estimular las inversiones extranjeras.
La gestión de Martínez de Hoz, en el contexto de la dictadura en que se desenvolvió, fue totalmente coherente con los objetivos que los militares se propusieron.
Durante este período, la deuda empresarial y las deudas externas públicas y privadas se duplicaron. La deuda privada pronto se estatizó, cercenando aún más la capacidad de regulación estatal.
Con ese clima económico, la Junta Militar impuso el terrorismo de Estado que, fuera de enfrentar las acciones guerrilleras, desarrolló un proyecto planificado, dirigido a destruir toda forma de participación popular. El régimen militar puso en marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas: políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la población mediante el terror de Estado para instaurar terror en la población y así imponer el "orden", sin ninguna voz disidente. Se inauguró el proceso autoritario más sangriento que registra la historia de nuestro país. Estudiantes, sindicalistas, intelectuales, profesionales y otros fueron secuestrados, asesinados y "desaparecieron". Mientras tanto, mucha gente se exilió.
    
La novela de Puig se trataba de dos reos sin nada en común solo que compartían la misma celda. Uno es Valentín, un revolucionario político y el otro es Molina, un homosexual acusado de corrupción de menores. Para pasar el tiempo, los reos se cuentan historias de sus películas favoritas, pero estas sinopsis también sirven como pretexto para hablar de sus propias vidas y conocerse más.
Detrás de estas conversaciones, está la policía que presiona a Molina a que saque información de Valentín sobre su grupo revolucionario a cambio de dejarlo a Molina en libertad. Para debilitar a Valentín, los guardianes de la cárcel envenan su comida. Molina está enterado de esto, pero por la amistad que se forja entre los dos presos, Molina lo cuida a Valentín cuando se enferma y hasta le ofrece su comida que no está envenada. La amistad se vuelve más estrecha y hasta llegan a tener relaciones sexuales.
Como Molina no revela nada sobre Valentín a la policía, ésta decide cambiar de estrategia y dejan a Molina en libertad para ver si se pone en contacto con otros miembros del grupo revolucionario de Valentín. Efectivamente, Valentín le pide dar un recado a sus amigos y la policía vigila a Molina. Al final Molina se muere en un tiroteo con la policía y a Valentín lo torturan.
         RELATOS DE LAS TORTURAS  
En esa época la homosexualidad no era muy aceptada y existían muchas creencias erróneas sobre la misma. En esta novela Molina, uno de los personajes principales, es hombre gay. Puig hace hincapié en este tema de la homosexualidad. Luego una psicoanalista danesa anima a los hombres y a las mujeres a abrazar lo masculino y lo femenino dentro de ellos y no suprimirlos para ajustarse a las convenciones sociales.
   
                                FINALMENTE
El miércoles 21 de julio de 1990 había sido internado en la Central Quirúrgica de Las Palmas por riesgo de peritonitis. Pronto tuvo que ser operado de urgencia de la vesícula. La intervención fue exitosa pero el cuadro
clínico fue desfavorable. Comenzó a delirar y debieron amarrarlo a la camilla.
En la madrugada del domingo empezó a tener problemas respiratorios y finalmente murió de un paro cardíaco.
En los meses previos había dejado de fumar por orden del médico y realizaba caminatas diarias. Pero la altura de México no le sentaba bien. También se tiene constancia de que mantenía sus cuidados en una clínica cercana a su casa para no estar lejos de su madre, pero tanto por cuestiones económicas como por disponibilidad de contactos, podía acceder a una atención médica de mayor calidad.
Su muerte trascendió rápidamente en los medios. Aunque había antecedentes de sus problemas cardíacos, la primera suposición pública fue que había muerto a causa de sida. Pronto se constató que Manuel Puig no era portador de VIH. Sin embargo, la certeza de este hecho ha sido puesta en tela de juicio en reiteradas oportunidades.
Al velatorio solo asistieron seis personas entre las que estaban su madre, sus amigos Javier Labrada y Agustín García Gil y su colega Tununa Mercado (quien se encontraba allí a razón de un coloquio al que debía presentarse en la ciudad de xalapa, en Veracruz.
Cuando se le pidió al embajador de Argentina en México, Jorge Abelardo Ramos, que pronunciara unas palabras por la muerte de Manuel Puig para los medios, él se limitó a explicar que no estaba al tanto de la muerte de un argentino con ese nombre. Sin embargo, trasladado el cuerpo al districto federal  para las exequias en la Sociedad de Escritores, el embajador se presentó y dio un discurso.
Los restos del escritor fueron trasladados a la Argentina en los días sucesivos y enterradas en el panteón de la familia Puig, en el cementerio de La Plata.

1 comentario:

  1. Chicos, tal cual les comenté en clases, muy buen trabajo! pero...¿qué pasó con lo de eliminar el final de la novela? También pueden achicar un poquito la letra para que quede más prolijo y acomodar los videos para que se vean en el blog y no como enlaces.
    Saludos! Profe María Noé ;)

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